miércoles, 2 de diciembre de 2009

CIRCULACION RENAL



La vena renal hace referencia a los mecanismos encargados de la irrigación sanguínea de los riñones. Los dos riñones reciben normalmente alrededor 20% del volumen cardíaco; es decir unos 1200-1100 ml/min. La arteria renal entra en el riñón a través del hilio y después se ramifica progresivamente hasta formar las arterias interlobulares,las arterias arciformes, las arterias interlobulillares (o arterias radiales) y las arteriolas aferentes sucesivamente hasta formar los capilares glomerulares. Es en estos capilares donde comienza el proceso de formación de la orina al filtrarse grandes cantidades de solutos y liquido (aproximadamente el 10-11% del flujo sanguíneo renal). Los extremos distales de los capilares de cada glomérulo coalescen hasta formar la arteriola eferente, que llega a la segunda red capilar de las nefronas (unidades funcionales del riñón): los capilares peritubulares, que rodean a los túbulos renales (donde tiene lugar la reabsorción tubular). La circulación renal tiene la particularidad de contar con dos lechos capilares, los capilares glomerulares y los peritubulares, que están dispuestos en serie y están separados por las arteriolas eferentes, que ayudan a regular la presión hidrostática en los dos grupos de capilares. De esta forma al ajustar las resistencia de las arteriolas aferente y eferente, los riñones pueden regular la presión hidrostática en los capilares glomerulares y peritubulares, cambiando el filtrado glomerular, la reabsorción tubular o ambas según se requiera.
Las tablas de abajo constituyen un esquema muy simplificado de cómo la resistencia de las arteriolas regula el filtrado glomerular y la reabsorción tubular, procesos que finalmente determinarán la producción de orina.

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